¿Qué es mejor: comprar o rentar una propiedad? ¡He ahí la pregunta!

En general, todos llegamos a un punto en nuestras vidas donde comenzamos a tener la suficiente estabilidad económica como para ser candidatos a obtener un crédito hipotecario ya sea de alguna institución gubernamental o privada. En un principio nuestra primer opción siempre había sido rentar una propiedad, pero al llegar a este punto uno comienza a cuestionarse qué es mejor hablando financieramente, ¿rentar o comprar a través de un crédito hipotecario?

La mayor parte de nosotros respondemos a esta pregunta sin mayor análisis y basándonos en lo que hemos escuchado toda nuestra vida como parte de nuestra educación: “¡Comprar siempre será una mejor opción!”, es la respuesta que todos obtenemos. Argumentos como “Al rentar una propiedad estas tirando tu dinero en algo que jamás será tuyo” o “los inmuebles son un activo que siempre obtienen plusvalía”, son comunes al discutir este tema entre familiares y amigos.

Lo anterior es un concepto erróneo y estereotipado que se debe cambiar. No siempre será mejor rentar una propiedad a comprarla, pero tomando el caso más común en el que la forma de comprar el inmueble es a través de un financiamiento tradicional como la hipoteca, existen mayores beneficios financieros al rentar que al comprar un inmueble si se es ordenado con las finanzas personales.

Antes que nada, ¿es verdad que al rentar se está tirando el dinero sin hacerse propietario de algo? La respuesta es, ¡NO! El arrendamiento propiamente se define como al acuerdo entre dos partes por ceder el uso y goce temporal de una cosa por cierta cantidad de dinero. Hablando específicamente del arrendamiento inmobiliario, se cede el uso y goce de un inmueble a cambio de un bien económico. El pago de este derecho temporal siempre es más bajo que el que se pagaría para amortizar un crédito por obtener el mismo bien o uno equivalente.

Entendiendo esta diferencia es donde podemos encontrar el mayor beneficio al rentar una propiedad o comprarla. Teniendo una buena planeación financiera podemos aprovechar esta diferencia para en un futuro adquirir una vivienda de contado y sin depender del pago de un crédito en períodos que llegan a ser de hasta 30 años.

Es real que las propiedades tienden a apreciarse con el tiempo y si se les mantiene en un buen estado, pero generalmente la tasa con la que se aprecian las mismas es mucho menor a la tasa con la que se cobran intereses al sacar un crédito hipotecario.

Para poder observar de mejor manera los beneficios de rentar una propiedad haremos un sencillo ejemplo con algunos números. Para no hacerlo tan complejo supondremos varias cosas que iremos mencionando a lo largo del ejemplo.

Tomando las características anteriores se hizo un ejercicio en el cual no se toma en cuenta factores como la inflación ni la posibilidad de poner la diferencia a trabajar en algún instrumento de inversión a largo plazo.

Es claro el resultado, a pesar de la simplicidad del ejercicio y de los varios factores que se omitieron (rendimientos, inflación, etc) Podemos observar que con el simple hecho de separar el remanente entre lo que uno paga al rentar y al amortizar el crédito se puede juntar fácilmente el capital para comprar un inmueble deseado sin incurrir en el pago de intereses. Muchos dirán que para ese entonces el valor de los inmuebles habrá aumentado, pero como se mencionó anteriormente, es poco probable que al llevar un buen plan financiero, se deje la diferencia sin trabajar y sin generar rendimientos positivos.

Fecha de Publicación: miércoles, 11 de mayo de 2016